De Felipe VI a Alberto de Mónaco: royals que triunfaron en los Juegos Olímpicos

No es ningún secreto que son muchos los miembros de las diferentes familias reales que son apasionados del deporte en todas sus variantes, tanto como espectadores como en la práctica de los mismos. De hecho, es muy habitual que cada vez que tiene lugar una competición de relevancia, los royals asistan para prestar su apoyo o bien reciban en audiencia posterior a los triunfadores en caso de que haya sido el equipo nacional. Lo hemos visto recientemente en la Eurocopa, donde fueron muchos los príncipes que no faltaron a los partidos, en especial, los daneses y los británicos. Imposible olvidar las imágenes del príncipe George desanimado por la derrota de Inglaterra en la final mientras era consolado por su madre.

Pero además de como espectadores, han sido muchas las veces en las que los miembros de las familias reales han destacado en la práctica de algún deporte o incluso han participado en Juegos Olímpicos como los que están a punto de empezar en la ciudad de Tokio. Una competición que este año está marcada por las restricciones de la pandemia, que han obligado a que no pueda haber autoridades animando a las delegaciones.

Este año se espera poca presencia royal en Japón. El príncipe Alberto ya ha confirmado que estará allí acompañando a su delegación, pero del resto de familias reales, la mayoría ha preferido no viajar. Sin embargo, en el pasado no faltaban a esta cita.

Si echamos la vista atrás, a principios del siglo XX, el príncipe Olav V de Noruega fue uno de los grandes triunfadores de los Juegos Olímpicos de 1928 que se celebraron en Ámsterdam cuando era príncipe heredero. El heredero fue el primer miembro de la realeza en ganar un oro en unos Juegos.

Y es que la vela ha sido uno de los deportes en los que tradicionalmente más han destacado los royals. Bira de Siam compitió en esta categoría en los Juegos Olímpicos hasta en cuatro ocasiones: en 1956, 1960, 1964 y 1972. En la misma línea Constantino de Grecia  ganó una medalla de oro de vela en la clase Dragón en 1960 en Roma. Por su parte, la madre de Felipe VI participó como reserva en los mismos Juegos.

Harald de Noruega siempre ha sido un gran apasionado de la vela. De hecho, sigue compitiendo siempre que le es posible. El hoy monarca participó en 1964, 1968 y 1972. Además, ejerció de abanderado en Austria.

Los Borbones también han estado en varios Juegos. Don Juan Carlos participó en los de 1972, mientras que el rey Felipe fue abanderado del equipo español en Barcelona 1992 y quedó sexto en la clase Soling de vela. La infanta Cristina hizo la misma función en 1988 en Seúl y fue reserva del equipo de vela.

Y si la vela es uno de los deportes en los que más han destacado los royals, la equitación no se queda atrás. La princesa Ana fue una de las integrantes del equipo que participó en 1976. Su primer marido, Mark Phillips, ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Múnich y la de plata en Seúl. Su hija, Zara Phillips, ha heredado esta pasión por el deporte. Participó en los Juegos de 2012 y obtuvo una medalla de plata. Además, fue portadora de la antorcha.

Alberto de Mónaco es de los pocos que practica un deporte diferente, pero su nexo con los Juegos Olímpicos es aún más intenso. Su esposa Charlene ha participado en varias competiciones y se conocieron gracias a ello. En su caso, es un apasionado del bobsleigh, un deporte olímpico de invierno de descenso en trineo.